-Sí, claro que estoy con ustedes...
-Entonces dejemos
de dudar si ir o no, y empecemos planeando como escapar de aquí.
Por varios minutos
nadie dijo nada. Los muchachos intentaban averiguar formas de escapar de ahí.
No era tan difícil salir de la puerta (los demás estaban tan ocupados pensando
en su familia), sino saber quién estaba detrás de ella cuidando; ¿un
profesor? quizás, ¿un elfo domestico?
Sin saber porque,
Albus se levantó y dijo:
-Tengo una idea.
Las miradas de su
prima, James y Scorpius se posaron en él cómo bestias hambrientas.
-Bueno pues,
Albus, ¡habla ya!
-¡La capa de
invisibilidad!
-¿Desde cuándo
tenemos una capa de invisibilidad? -pregunto James irónico.
-No tengo ni idea.
Solo sé que papá tiene una capa de invisibilidad. La vi el verano pasado
mientras… bueno, la vi.
-¿Y cómo esperas traer la capa de invisibilidad?
-¿Traerla?, no Scorpius. Yo ya tengo esa capa.
Albus busco entre su maleta hasta encontrar la capa de invisibilidad,
la cual estaba muy bien doblada al final de su mochila.
-Se la presté a papá.
-Creo que estoy siendo de mala influencia. Papá jamás te la daría.
Tú cogiste esa capa sin ningún permiso.
En su mirada no había ninguna señal de enojo sino de orgullo.
Albus tomó ese gesto a la defensiva.
-Igualmente, mi hermano está muy orgulloso de su hermanito, ¿verdad?
-Existen cosas de las que un hermano siempre estará orgulloso.
Pero nada de besos y abrazos, por favor.
Pero antes de que estos se pararán, Rose se levantó y dijo:
-No creen, digo yo, que sería extraño que la puerta cerrara y
abriera sin que nadie saliera. Y además no entraremos los cuatro en esa capa.
-Tiene razón –dijo Scorpius-. Hasta donde yo sé, las capas te
hacen invisible, no inmaterial. Sería más fácil si supiéramos desaparecernos,
pero tendríamos que esperar hasta tener diecisiete.
-O mejor esperar a Kreacher.
-Claro, él se puede aparecer y en ¡los terrenos de Hogwarts! Wow,
Albus eres increíble.
-¡Kreacher, aparece! –exclamo James en voz baja.
Inmediatamente, el viejo elfo se apareció junto con su exagerada reverencia.
-Amo James, amo Albus; su hermana Lily junto con su primo Hugo y
su tío Dudley fueron capturados por el Señor Tenebroso.
-¡¿Qué?! –exclamaron Albus, James y Rose al unísono. Varios
alumnos se giraron ante ellos, pero no le hicieron caso.
-Sí, amos. Lo siento, Kreacher trato de detenerlos, pero no pudo.
Kreacher, es un elfo malo.
-No, Kreacher, no eres malo. No fue tu culpa –dijo suavemente
Rose-. Chicos, tenemos que rescatar a nuestros hermanos. James, ya sabes lo que
tienes que hacer.
-Sí, claro. Kreacher, llévanos donde están Lily y Hugo… ¡AHORA!
-No creo que sea una buena idea amo. Había muchos mortífagos.
-No es una petición –exclamo Albus- es una orden.
Kreacher cogió de las manos a los niños y con un fuerte ¡crac!, desapareció.
-¿Qué es esto, Kreacher?
-Esto, amo Albus, es la nueva guarida del Señor Tenebroso…